Cuando conocí al cliente por primera vez, su sitio web estaba desactualizado. Un diseño que se sentía de la última década, gráficos deficientes, demasiados colores y malas imágenes... tuvimos que hacer una renovación completa de su estética en línea, así como la cara fuera de línea de la empresa. El sitio web fue solo el inicio: un nuevo logotipo, tarjetas de presentación, un nuevo menú, calcomanías, camisetas y fotos siguieron y ahora el negocio ha crecido significativamente debido a la apariencia profesional de este maravilloso pequeño paraíso cerca de Río Dulce en Guatemala.